En la agricultura de nuestro de país son frecuentes e importantes los daños que causan las plagas tan conocidas como el gusano cogollero del maíz, las moscas de la frutas, el picudo del algodonero, las arañas rojas, las mosquitas blancas, las chicharritas o los pulgones que atacan a las plantas cultivadas. Con los insectos se asocian numerosas enfermedades virosas y además se presentan otras causadas por hongos, bacterias y nematodos.
Las malezas, los roedores y las aves completan este panorama de organismos perjudiciales a la agricultura, mismos que necesariamente tienen que combinarse para disminuir sus daños. Los insectos, hongos y roedores son también un serio problema para los productos agrícolas almacenados. En general, dichos organismos constituyen también serios problemas para la salud del hombre y la salud de animales de importancia ganadera.
La plaga constituye un subconjunto de la fauna de artrópodos; una ligera variación ecológica que favorezca a la primera; un cambio de fuentes alimenticias favorable a una especie y perjudicial o indiferente al resto; un desfase del ciclo generacional de un insecto con relación a los otros componentes de la fauna, etc.; son suficientes para que el subconjunto de insectos beneficiado se multiplique en progresión geométrica, se conviertan en las especies dominantes y adquieran las características de plaga.
Ilustración 1. Plaga establecida en cultivos agrícolas (mosca blanca)
Monitoreo y muestreo.
Un elemento esencial de cualquier programa de manejo de plagas, es la capacidad de determinar si una población tiene el tamaño suficiente para causar un daño económico. Esta capacidad requiere disponer de umbrales económicos confiables y de una adecuada técnica de muestreo.
Es importante entender la actividad de los insectos en la toma de decisiones en manejo de plagas. Actividades tales como colonización de un cultivo, migraciones, movimientos locales, alimentación y reproducción, pueden ser detectadas y documentadas a través del monitoreo de plagas.
Ilustración 2. Uso de trampas pegajosas para monitorear plagas
Un programa de monitoreo puede ser ejecutado durante toda la estación de crecimiento, o en ciertos períodos críticos del ciclo biológico del insecto. El área involucrada puede ir desde un charco, un lote, un bosque o ser tan extensa como toda una región de un país.
Para recolectar la información requerida en un monitoreo cuantitativo, es necesario realizar un conteo del número de insectos. Pero debido al tamaño y dispersión de las poblaciones de insectos, muchas veces no es factible o es demasiado costoso realizar un censo (conteo de todos los individuos de la población). Por ello, el método más empleado y eficiente es estimar la densidad poblacional a través de un muestreo.
El plan de muestreo incluye la técnica de muestreo y un detalle de todos los pasos a seguir para obtener la estimación de la población.
Las estimaciones pueden ser de tipo absolutas y relativas. Las estimaciones absolutas, expresan el número de individuos en la población por unidad de superficie, m2, ha, etc. Las estimaciones absolutas son muy importantes en estudios de ecología de poblaciones, pero son costosas de obtener, por lo que no son tan empleadas en manejo de plagas.
Las estimaciones absolutas son muy importantes en estudios de ecología de poblaciones, pero son costosas de obtener, por lo que no son tan empleadas en manejo de plagas. Un tipo de estimación absoluta es la Intensidad de Población: el número de insectos por unidad de hábitat.
Las estimaciones relativas difieren de las absolutas en que no expresan la densidad en función de la superficie. Las estimaciones relativas dependen de la técnica de muestreo utilizada.
Distribución espacial.
En términos generales, las especies se distribuyen en el espacio siguiendo alguno de estos tres patrones: Aleatorio, Agregado o contagioso, y Uniforme. Un patrón es aleatorio cuando cualquier punto del espacio tiene la misma posibilidad de estar ocupada por un individuo. Esto implica que la presencia de un individuo en un lugar, no nos brinda ninguna información acerca de la ubicación de cualquier otro individuo de la población. El patrón de dispersión, se puede desviar de la aleatoriedad en dos sentidos: Si la presencia de un individuo incrementa la posibilidad de encontrar otro individuo cercano, se trata de una dispersión agregada o contagiosa. Si, por el contrario, la presencia de un individuo disminuye la posibilidad de encontrar otro cercano, el patrón espacial se vuelve uniforme.
Ilustración 3. Tipos de muestreo para identificar plagas y enfermedades
En la naturaleza, unas pocas especies de insectos se distribuyen de manera uniforme, generalmente por comportamiento territorial, del mismo modo, son pocas las especies que se distribuyen de manera aleatoria. La mayoría de las especies de insectos se distribuyen siguiendo un patrón agregado, donde la distancia entre los individuos de un grupo es menor que la distancia entre grupos.
En una especie de insectos, los distintos estados del desarrollo pueden estar involucrados en distintas actividades (dispersión, alimentación, cópula, ovoposición etc.), por lo tanto, el patrón de distribución de un insecto puede cambiar de un estado del desarrollo al otro. Esto es particularmente notable en los insectos con metamorfosis completa, donde los distintos estadios explotan distintos hábitats. Por lo que el patrón de dispersión debe ser estudiado a lo largo del ciclo de vida.
Cuando el propietario, técnico o agricultor observa en su campo alguna anomalía, plaga, alteración o tiene la impresión de que algo no anda bien, es decir cuando ha detectado un problema del cultivo, deberá antes que nada y, previa a la toma de decisión de realizar un tratamiento químico con plaguicidas que nos han recomendado o sabemos son eficaces, deben hacerse las siguientes preguntas.
¿Qué pasa? ¿Qué es? ¿Conozco exactamente la etiología de la alteración? ¿Conozco la naturaleza de sus daños? ¿Debo preocuparme?
¿Qué hago? ¿Qué voy a hacer? ¿Qué hare? Si luego de responder positivamente las preguntas anteriores, llegas a la conclusión que has de intervenir, conviene que antes contestes otra serie de preguntas.
¿Qué es realmente necesario? ¡Huye de la rutina!...
¿Estas convencido de que intervenir será la mejor decisión? ¿Podrás esperar?
Ilustración 4. Ciclo biológico del gusano del fruto (Helicoverpa zea)
Monitoreo de cultivos.
Un buen programa de monitoreo de plagas nos permite determinar las mejores opciones de control y determina la eficacia del método de control seleccionado. El programa de monitoreo debe de incluir la inspección individual de las plantas, uso de trampas de monitoreo, e identificación correcta de plagas y organismos benéficos. El monitoreo es la base de cualquier programa de manejo integrado de plagas en invernadero. Debe de realizarse una vez por semana desde el inicio hasta el final del cultivo, y dos veces por semana si la plaga es detectada.
El número de plantas a muestrear está directamente relacionado con el número de plantas y área de muestreo. Como medida estándar cien hojas en total deben muestrearse del tercio inferior, medio y superior de la planta.
Además del monitoreo visual, también es recomendable el uso de trampas amarillas o azules para el monitoreo de plagas. Los insectos responden positivamente a ambos colores del espectro de luz.
El manejo de plagas y enfermedades se hace posible a través de muchas acciones que se complementan entre sí. Desde la utilización de trampas de monitoreo, así como de captura masiva hasta la utilización de coadyuvantes para hacer que el producto ya se químico u orgánico tenga una mayor eficiencia al momento de ser aplicado de manera foliar.
Hoy en día el control de plagas y enfermedades ha tomado un papel muy importante en la producción agrícola al grado de tener alimentos más sanos, para ello PROAIN ofrece soluciones que se apegan a las buenas prácticas agrícolas. Para los productores que buscan producir alimentos cada vez más sanos y de buena calidad para los diferentes sectores alimenticios.
MONITOREO PARA PLAGAS
Bibliografía
Carrero, J. (2008). Plagas del campo. Madrid: Ediciones Mundi-prensa.
Castellanos, J. Z. (2004). Manual de producción hortícola en invernadero. CELAYA GTO.
Raquel Alatorre Rosas, h. b. (s.f.). Manejo integrado de plagas y enfermedades. edo. de México: colegio de postgraduados.
SERRA, B. M. (s.f.). MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS MONITOREO Y MUESTREO. Obtenido de http://www.fca.proed.unc.edu.ar/file.php/66/MIP/Monitoreo_y_Muestreo.pdf