El lugar de procedencia del melón es muy discutido, ya que algunos especialistas lo sitúan en Asia y otros los sitúan en África. Sea donde fuere, lo cierto es que el melón es uno de los primeros frutos que cultivó el hombre y que hoy en día es una fruta cultivada en sus numerosas formas o variedades por casi todas las zonas cálidas del planeta. Los principales países productores de melón son Italia, Japón, Egipto, China, EEUU, Francia, México y España.
Los melones son plantas herbáceas anuales extremadamente polimorfas, con un tallo herbáceo que suele ser velloso de hasta 4 – 5 m de largo, pudiendo ser rastrero o trepador al disponer de unos zarcillos. Se trata de una hortaliza perteneciente a la familia de las cucurbitáceas, cuyo nombre científico es Cucumis melo L.
En condiciones ambientales normales los melones florecen a finales de la primavera, madurando los frutos de principios a finales del verano. Sin embargo, forzando su cultivo en invernadero y con nuevas tecnologías como la hidroponía, se puede obtener melones prácticamente durante todo el año. El melón se cultiva en diversas modalidades, ya sea extendido en el suelo, entuturado, al aire libre o en invernadero.
Imagen 1. Producción de melón extendido en el suelo
Exigencias en suelo y nutrientes
La planta del melón es exigente en suelos, y aunque se cultiva en una amplia diversidad prefiere los de consistencia media, de textura franco-arenosa, bien aireados, con un buen drenaje y ricos en materia orgánica. Prefiere suelos con un pH entre 6 y 7, aunque se desarrolla bien en suelos ligeramente alcalinos. En suelos ácidos pueden presentarse carencias de molibdeno.
Respecto a los nutrientes principales:
Nitrógeno: aumenta el número de flores femeninas y por consiguiente el número de frutos, contribuye a la formación de proteínas y da un color verde intenso a las hojas. Su deficiencia causa reducción del crecimiento de la planta, así como del sistema radicular.
Fósforo: favorece el desarrollo de las raíces, induce a la formación de flores femeninas, estimula el crecimiento y la precocidad, favorece la floración y fecundación de las flores, mejorando la calidad de los frutos e interviniendo, principalmente, en el engrosamiento y calidad gustativa del melón. El melón es muy exigente en fósforo a lo largo de todo el ciclo, principalmente en las primeras etapas de desarrollo.
Potasio: incrementa el aroma del fruto, adelanta la maduración, aumenta la dureza de los tejidos y proporciona calidad; interviene en la formación de clorofila y, por tanto, en la elaboración del azúcar. La planta de melón es muy exigente en este elemento, siendo fundamental en la maduración para evitar el riesgo del rajado del fruto. Recientes investigaciones han demostrado la mejora de la calidad de los frutos a partir de pulverizaciones foliares de potasio durante el desarrollo del fruto, además de incrementar el contenido de azúcares y el de vitamina C.
Imagen 2. Rajado del fruto a consecuencia falta de potasio.
Observando el crecimiento y desarrollo del cultivo del melón se aprecian cuatro etapas con respecto a sus exigencias nutritivas.
1.a Desde la germinación o enraizamiento hasta la aparición de las primeras flores femeninas que suele ser a los 25 – 30 días de la plantación.
Se caracteriza por el crecimiento rápido de la planta. En esta primera etapa hay que evitar el exceso de nitrógeno en detrimento del fósforo, ya que influye en una disminución de la floración. No obstante, hasta el inicio de la floración la planta de melón es exigente en nitrógeno. Igualmente, desde el inicio del crecimiento de las raíces hasta completar la floración los aportes de fósforo son muy necesarios.
2.a Desde la aparición de las primeras flores hasta la fecundación de los frutos.
En esta segunda etapa se incrementa la demanda de la humedad y de fertilizantes fosforados. La aportación de fósforo no debe faltar para ir contemplando el desarrollo del sistema radicular. Se ha de procurar evitar excesivas dosis de nitrógeno durante la floración y cuajado, ya que puede favorecer el aborto de las primeras flores.
La asimilación de magnesio, al igual que el calcio, se incrementa desde la fecundación hasta el inicio del crecimiento de los frutos. A partir de entonces se estabiliza su absorción. Igualmente, la carencia de magnesio en esta etapa puede provocar una disminución del cuaje.
3.a Desde el inicio del engrosamiento hasta el inicio de la maduración de los primeros frutos.
Caracterizada por un requerimiento importante de agua y fertilizantes. El uso racional de fósforo y de potasio tienen una acción importante para el engrosamiento y calidad de los frutos del melón. Procurar en esta fase no excederse en abonado nitrogenado.
4.a Desde inicio de la maduración hasta la completa maduración de los frutos.
En esta fase las plantas tienden a paralizar su crecimiento y son muy exigentes en fertilizantes de asimilación rápida a base de potasio. Por lo tanto, es necesario mantener un nivel de potasio. Por lo tanto, es necesario mantener un buen nivel de potasio hasta la completa maduración de los frutos; su acción, además, disminuye la sensibilidad al rajado del fruto.
Un exceso de nitrógeno durante la maduración hace insípidos los frutos, pues reduce el porcentaje de azúcar, perjudicando su calidad y conservación. En esta etapa se ha de tener sumo cuidado con los excesos de agua.
Imagen 3. Etapa final: maduración del fruto de melón.
Calendario de abonado del melón
Aunque el conocimiento de las extracciones totales realizadas por las plantas es interesante, lo es aún más saber las extracciones puntuales en el tiempo a fin de obtener un calendario de aportaciones según fases del cultivo.
Suponiendo rendimientos de 40,000 – 50,000 kg/ha, los diversos autores cifran unas extracciones variables con las características del cultivo y que oscilan así:
150 – 175 kg de nitrógeno
75 – 125 kg de fósforo (P2O5)
250 – 300 kg de potasio (K2O)
50 kg de magnesio
De acuerdo con las extracciones anteriormente citadas, los ensayos realizados, se aconsejan estas unidades de fertilizantes por hectárea para una producción de 40,000 – 50, 000 kg/ha de frutos de melón en cultivo rastrero y riego localizado.
175 unidades fertilizantes de nitrógeno
150 unidades fertilizantes de fosfórico (P2O5)
275 unidades fertilizantes de potasio (K2O)
50 unidades fertilizantes de magnesio (MgO)
Las unidades fertilizantes mencionadas se repartirán como abonado de fondo, cuando así se realice, y de cobertera de acuerdo con las observaciones siguientes:
• Nitrógeno. La mayor parte del abonado nitrogenado se ha de aportar en cobertera, aplicando como abonado de fondo el 25 – 30 % de las unidades fertilizantes aconsejadas.
• Fósforo. Es conveniente aportar previamente a la siembra o plantación, como abonado de fondo el 60 – 70% del total de dicho abono, y el resto tras la plantación.
• Potasio. Se aplica de forma fraccionada durante todo el ciclo a partir de los primeros riegos tras la plantación. Como abonado de fondo se emplea un 25 % de potasio, adicionando el resto en cobertera.
• Magnesio. Se repartirá entre el abonado de fondo y el de cobertera.
De acuerdo con las anteriores consideraciones, se expone a continuación la fertirrigación del cultivo del melón rastrero con una densidad de 5,000 – 7,000 plantas/ha.
1. ° Desde el enraizamiento de la planta hasta la primera floración femenina:
El abonado se inicia a los 10 – 12 días de la plantación, lo que indica que en esta fase se abonará durante unas 2 semanas. Los riegos tenderán a ser diarios, no menos de 10 – 12 riegos en esta etapa a fin de aplicar la dosis de fertilizantes necesarios.
El plan de nutrición, de acuerdo con los porcentajes indicados anteriormente, son los indicados a continuación y aplicados en cada riego.
Nitrato amónico 33,5% 6.5 kg
Fosfato monoamónico 12-61-0 2.5 kg
Nitrato potásico 13-0-46 3.5 kg
Sulfato magnésico 16% 1.25 kg
2. ° desde el inicio de la floración hasta la fecundación de los primeros frutos:
La fecundación de los primeros frutos se inicia alrededor de los 50 días de trasplante, por lo que esta fase suele dudar, como la anterior, entre 15 o 20 días. Igualmente se abonará como en la anterior etapa, 10 – 12 riegos y aplicando en cada uno:
Nitrato potásico 13-0-46 7 kg
Nitrato cálcico 15.5 % 2 kg
Fosfato monoamónico 12-61-0 2.5 kg
Sulfato magnésico 16 % 2.5 kg
3. ° Desde el cuaje de los primeros frutos hasta el inicio de la maduración.
Se inicia la maduración a partir de los 2.5 meses desde el trasplante, durando esta 3.a etapa cerca de un mes. Cómo a partir de ahora las exigencias de la planta se incrementa se tiene a fraccionar las aplicaciones de fertilizantes, aproximadamente, en unos 25 riegos, empleando en cada uno:
Nitrato potásico 13-0-46 5 kg
Fosfato monoamónico 12-61-0 1 kg
Nitrato cálcico 15.5 % 6 kg
Sulfato magnésico 16% 2.5 kg
4. ° Hasta la completa maduración:
La recolección se inicia aproximadamente a los 3.5 meses del trasplante, por lo que esta fase suele durar aprox. entre 1 y 1.5 meses dependiendo del periodo productivo, de las cotizaciones y del estado sanitario de la planta. Durante este tiempo se tiende, igualmente, a riegos diarios, con unos 20 – 25 abonados. La fertirrigación finaliza entre 7 – 10 días antes de arrancar las plantas, aplicando en cada riego:
Nitrato potásico 13-0-46 9 kg
Fosfato monoamónico 12-61-0 1 kg
Sulfato magnésico 16% 2 kg
Niveles medios de nutrientes en hojas de hortalizas.
|
% |
% |
% |
% |
% |
ppm |
ppm |
ppm |
ppm |
ppm |
Ppm |
Cultivo |
N |
P |
K |
Mg |
Ca |
Fe |
Mn |
Cu |
Zn |
Bo |
Na |
Berenjena |
3.5-5.5 |
0.4-0.9 |
3.5-5.5 |
0.4-1 |
2.3-3.5 |
100-240 |
90-125 |
10-20 |
20-40 |
25-50 |
<0.14 |
Pimiento |
3.5-5 |
0.3-0.8 |
3.5-5.5 |
0.5-1.3 |
1.5-3.5 |
80-200 |
90-150 |
6-20 |
40-100 |
30-50 |
<0.04 |
Tomate |
3.5-5 |
0.3-0.8 |
3.5-5.5 |
0.4-0.8 |
2-4 |
80-200 |
100-300 |
7-25 |
35-100 |
30-50 |
<0.18 |
Calabacín |
4.5-5.5 |
0.5-0.7 |
4.5-5.8 |
0.4-0.65 |
1.2-1.8 |
89-250 |
60-200 |
10 |
35-75 |
30-65 |
<0.10 |
Melón |
3.5-5.5 |
0.3-0.8 |
3-5 |
0.5-1 |
2-6 |
80-200 |
75-250 |
6-20 |
30-75 |
25-65 |
<0.10 |
Pepino |
4.5-5 |
0.4-0.8 |
3.25-5 |
0.4-0.9 |
3-4.5 |
100-250 |
75-250 |
5-20 |
30-100 |
30-65 |
<0.10 |
Sandia |
4-5 |
0.3-0.6 |
2.5-4 |
0.6-1 |
2.5-4 |
100-200 |
60-200 |
7.5-15 |
35-100 |
30-60 |
<0.10 |
Judía |
3-5 |
0.4-0.9 |
3-4.5 |
0.4-0.8 |
2-4 |
100-200 |
100-150 |
10-15 |
30-75 |
30-60 |
<0.03 |
N. Medio |
4.46 |
0.56 |
4.21 |
0.62 |
3 |
154 |
145 |
13 |
56.30 |
43.75 |
<0.1 |
Fuente: Tecniagro. Vicar- Almería-2005 A. Casas, 1999.
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Bibliografía
Mármol, J. R. (2008). Agua, suelo y fertirrigación de cultivos hortícolas en invernadero. Madrid España: Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Saúco, V. G. (2001). Guia de las frutas cultivadas. Identificación y cultivo. España: Mundi-Prensa.