EL CULTIVO DE LA PAPA Y LA IMPORTANCIA DEL AGUA

Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) argumentan que la papa a nivel mundial es uno de los alimentos más importantes, ya que ocupa el cuarto lugar en importancia, como producto alimenticio, después del trigo, maíz y arroz y algunos cultivos agroindustriales como la soya y la caña de azúcar.

La producción mundial de papa en el periodo 2000-2005 ha sufrido fuertes vaivenes, en los años 2000, 2001, 2002 y 2005, ha mostrado reducciones del orden del 4.7%, 1.1% 4.3% y 6.2% respectivamente, el 2004 fue un año atípico al registrar un incremento de 8.6% estas variaciones están fuertemente ligadas a las inclemencias climatológicos, plagas y enfermedades que afectan a este tubérculo.

Ilustración 1. Fuente: INEGI, Anuario Estadístico del Comercio exterior de los Estados Unidos Mexicanos y Sistema de Información de Comercio de México (SICM) S.E.

La papa es un cultivo exigente en agua, requiere tener agua disponible de manera constante para asegurar el rendimiento y la calidad de los tubérculos, pero al mismo tiempo requiere surcos bien drenados para evitar los encharcamientos prolongados. Los rendimientos se ven condicionados por la falta de agua en tres momentos críticos:

  1. Nacencia. La falta de agua en este periodo reduce la formación de estolones y, por tanto, de tubérculos.
  2. Inicio de tuberización. La tuberización se inicia aproximadamente de una a dos semanas antes de la floración. Es el momento de mayores necesidades hídricas, pero la falta de agua provoca el retraso en la formación de los tubérculos, por lo que se producirán papas de menor tamaño.
  3. Tuberización. La escasez de agua a los cuarenta o sesenta días después de la floración provoca un menor engrosamiento de los tubérculos, menor producción y alteraciones fisiológicas. Pueden aparecer tubérculos fusiformes (más frecuente en variedades con forma ovalada que redonda).

Ilustración 2. Etapas fenológicas del cultivo de papa (Solanum tuberosum)

Necesidades de agua de la papa.

En general, la falta de agua durante la parte media y final del período de crecimiento, es decir, durante la estolonización y el inicio de la formación de los tubérculos y el crecimiento de los mismos, tiende a reducir la producción, mientras que el cultivo sufre menos la falta de agua al inicio del crecimiento vegetativo. También se puede economizar agua permitiendo un mayor agotamiento hacia el período de maduración, a fin de que el cultivo utilice toda el agua disponible en la zona de las raíces, práctica que también puede acelerar la maduración y aumentar el contenido de materia seca.

Ilustración 3. El suelo como depósito de agua

Si bien se debe mantener un contenido relativamente elevado de humedad en el suelo para optimizar la producción, una irrigación frecuente con agua más bien fría puede reducir la temperatura del suelo por debajo del valor óptimo para la formación de los tubérculos (de 15° a 18°C), lo que repercute en la producción. Además, los suelos húmedos y pesados pueden crear problemas de ventilación.

Los métodos más comunes de irrigación para la papa utilizan sistemas de surcos o aspersión. La irrigación de surcos es relativamente poco eficaz en el uso del agua, y es conveniente cuando hay un suministro abundante de la misma. Donde hay escasez de agua es preferible la irrigación por aspersión o por goteo, sobre todo en suelos con poca capacidad de retención.

Agua y suelo

El contenido de agua en el suelo para que el cultivo no sufra estrés hídrico debe estar siempre entre la capacidad de campo y el punto de marchitez, aunque sin alcanzar ninguno de los dos extremos, ya que cuando más se acerca el contenido de agua al punto de marchitez, el agua disponible es menor y se dificulta la absorción de agua por la planta.

Calidad del agua de riego. Factor que puede limitar el correcto desarrollo del cultivo de patata.

La patata es moderadamente sensible a la salinidad y no se recomienda el riego con agua de una conductividad eléctrica superior a 1.7 dS/m (equivalente a un contenido en sales de 1.13 g/l) porque los rendimientos se ven afectados. Hay que tener en cuenta la acumulación de sales en el suelo aportadas por el agua de riego y la cantidad de sales eliminadas por lavado. Normalmente, a largo plazo, las sales aportadas han de igualar las sales eliminadas debido a que la mayor parte de las sales del agua de riego son solubles.

El pH del agua en sí mismo no es un problema, aunque un pH fuera del intervalo 6.5-8.4 es buen indicador de una calidad del agua anormal o de la presencia de un ión tóxico, llegando a ser necesaria una evaluación detallada del agua. Esta posibilidad de contaminación puede incidir muy negativamente sobre la población microbiana del suelo, alterar los equilibrios existentes en el mismo y hasta dañar el sistema radicular de las plantas.

Ilustración 4. Los suelos arenosos son los más adecuados para el cultivo de papa.

El tipo de agua que se utilice como agua de riego tiene dos efectos importantes, a corto plazo influye en la producción y calidad, a largo plazo ciertas aguas pueden perjudicar el suelo hasta hacerlo totalmente inservible para la agricultura. Sea cual sea el origen del agua debe cumplir la calidad que se exige a un agua de riego natural y únicamente en ciertas situaciones o para ciertas producciones pueden variarse los márgenes establecidos, siempre que no afecte las propiedades del suelo.

Los requerimientos de agua para un buen desarrollo del cultivo fluctúan entre los 600 y 1000 mm por ciclo dependiendo de la temperatura, de la capacidad de almacenamiento del suelo y de la variedad.

El cultivo se desarrolla muy bien en suelos arenosos con buen drenaje y una estructura suelta que permita el crecimiento de raíces y tubérculos. Sin embargo, las producciones también pueden ser altas en suelos arcillosos. Esto se logra con abundante materia orgánica, buen drenaje, buena estructura y regulando el agua de riego.

El cultivo requiere suelos con profundidad mayor de 30 centímetros. La papa es sensible a suelos compactados, es moderadamente tolerante a la salinidad y requiere más del 2% de materia orgánica para una óptima producción. (Chihuahua, 2015) (Unión Europea, 2015).

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Bibliografía

Chihuahua, g. d. (2015). Análisis de competitividad. Chihuahua.

FAO. 2008. La Papa. El Año Internacional de la Papa. Secretaría del Año Internacional de la Papa. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Roma, Italia.

Rubio C., O. A.; Rangel, G. J.A; Flores, L. R.; Magallanes, G. J. V.; Díaz, H. C.; Zavala, Q. T. E.; Rivera, P. A.; Cadena, H. M.; Rocha, R. R.; Ortíz, T. C.; López, D. H.; Díaz, V. M.; Paredes, T. A. 2000. Manual Para la Producción de Papa en las Sierras y Valles Altos del Centro de México. Libro Técnico No. 1. División Agrícola. INIFAP. México.

Unión europea, J. D. (2015). Riego del cultivo de la patata. Agro tec.

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