El agua en la agricultura, suelo y planta
La agricultura, a nivel mundial, es la mayor consumidora de agua entre los diferentes usos que el hombre le da a este recurso. La gestión eficiente del agua de riego es un factor clave de la gestión del recurso agua ya que el riego de los cultivos supone entre 60 y 80% de los usos y aplicaciones. La medida y seguimiento del agua en el suelo es un aspecto esencial en la gestión eficiente del agua de riego.
El conocimiento del estado del agua del suelo es fundamental en la gestión del agua de riego. La disponibilidad de agua para las plantas depende de la cantidad de agua que ha entrado en el suelo y más concretamente en lo que se conoce como zona radicular, donde las raíces de las plantas extraen el agua y los nutrientes que necesita.
Una vez que el agua ha entrado en el suelo (infiltración) y se ha redistribuido, en la zona radicular quedará disponible una cierta cantidad de agua que será utilizada por las plantas de forma más o menos inmediata, o a largo plazo.
El contenido de agua en los tejidos vegetales es particularmente elevado: un 80% del peso fresco de muchas plantas herbáceas y hasta un 90% de algunos órganos en crecimiento, como hojas, frutos y los ápices caulinar y radicular, es agua.
Parámetros importantes de la humedad del suelo
Para conseguir un buen rendimiento del cultivo es fundamental llevar a cabo un programa de riego adecuado, la eficacia en la aplicación del agua logrará un desarrollo óptimo y, por tanto, una rentabilidad final del mismo. Hay numerosos factores que influyen en este proceso, como el clima, el suelo o sustrato, la especie vegetal, la fase del cultivo, el sistema de riego, etc. También existen diferentes técnicas para mejorar la eficacia en el riego.
Además, es necesario conocer los parámetros de la humedad del suelo. Punto de saturación, capacidad de campo, punto de marchitez permanente y humedad aprovechable son los parámetros del suelo que nos ayudan a identificar cuando y cuanto regar.
Punto de saturación (PS): se considera como la máxima cantidad de agua que el suelo puede retener y es afectado por el contenido y tipo de arcilla y por la concentración de la materia orgánica que tenga. El punto de saturación de un suelo va de menos 10% para las arenas gruesas y hasta 150% para suelos muy arcillosos o para suelos histosoles con muy elevado contenido de materia orgánica.
Capacidad de campo (CC): la capacidad de campo representa la cantidad de agua que puede ser retenida en un suelo contra la fuerza de gravedad, después de un riego o lluvia que ha humedecido todo el suelo. Según Aguilar (1988) indica que suelos de textura arenosa presentan de 5 a 16% de capacidad de campo; los de textura franco arenosa, de 10 a 20%; los de textura franca de 15 a 30%; los de textura franco arcillosa de 25 a 35% y los de textura arcillosa de 30 a 70%, dependiendo del contenido y tipo de arcilla.
Punto de marchitamiento permanente (PMP): es el porcentaje de humedad de un suelo en el cual las plantas se marchitan y ya no pueden recuperarse, aun cuando se les coloque en una atmósfera saturada de humedad.
Humedad aprovechable (HA): es la diferencia de la CC y PMP representa la capacidad de retención de humedad aprovechable.
Ilustración 1. Parámetros de humedad del suelo
¿Por qué monitorear la humedad del suelo?
Monitorear el contenido de agua en el suelo es esencial para ayudar a los agricultores a optimizar la producción, conservar agua, reducir los impactos ambientales y ahorrar dinero. El monitorear la humedad del suelo le puede ayudar a tomar mejores decisiones en la programación del riego, tales como el determinar la cantidad de agua a aplicar y cuándo aplicarla.
También le puede ayudar a igualar los requerimientos de agua del cultivo con la cantidad aplicada con el riego; y así evitar pérdidas de agua excesivas por percolación profunda o por escurrimientos o bien evitar aplicar una cantidad insuficiente. El exceso de irrigación puede incrementar el consumo de energía y los costos de agua, aumentar el movimiento de fertilizantes por debajo de la zona radicular, producir erosión y transporte de suelo y partículas de químicos a los canales de drenaje. El riego insuficiente puede reducir la producción de las cosechas.
Ilustración 2. Déficit de humedad del suelo
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¿Cómo monitorear la humedad del suelo?
Existen varios métodos para monitorear la humedad del suelo y programar el riego. Su correcta instalación y calibración puede convertirlos en herramientas muy eficaces para manejar el riego. El monitorear la humedad del suelo involucra tener conocimientos básicos sobre el uso de agua del cultivo, la capacidad de almacenamiento de agua del suelo, la profundidad y las características de la zona radicular y permite hacer un mejor manejo del riego. La optimización del riego implica aplicar el riego oportunamente y en cantidades adecuadas – pero no excesivas – para conservar agua y aumentar la rentabilidad.
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Bibliografía
Castellanos, J. (2000). Manual de interpretación de análisis de suelos y aguas. Celaya, Guanajuato, México: Intagri.
Martín de Santa Olalla Mañas, P. L. (2005). Agua y Agronomía . Madrid-Barcelona-México: Mundi-prensa.
InfoAgro. (2018). Técnicas para un programa eficaz de riego. InfoAgro, 46-48.
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