Son tres las características generales que distinguen a los fertilizantes usados en fertirrigación, las cuales se describen brevemente a continuación.
Solubilidad. Es la principal característica, ya que quien va a transportar a los fertilizantes en el agua. Con ello se busca obtener en disolución los nutrientes que contienen. Cada material tiene en sus etiquetas las denominaciones “cristalino soluble” o “soluble para fertirrigación”.
Salinidad. Los fertilizantes son sales y elevan la concentración salina inicial del agua de riego, es decir, modifican la conductividad eléctrica de la solución. Se debe tener especial atención en este punto para no exceder las cantidades recomendadas y evitar problemas de alta salinidad en el cultivo.
pH de la solución. Los fertilizantes modifican el pH de la solución de nutrientes, acidificando o alcalinizando el medio. En casos de pH alcalinos se corren riesgos de precipitaciones de calcio, pues bajo estas condiciones este catión tiene menor solubilidad. Por el contrario, si el pH es acido se evitan obstrucciones de los goteros y si es el caso, sirve para limpiar la instalación. En términos generales, se debe garantizar un pH entre 5.5 y 6.0 para la mayoría de los cultivos, rango en el cual se desarrolla adecuadamente.
Nota Importante: Una vez que preparas la mezcla de fertilizantes debes fijarte puntualmente en el nivel de pH y CE que tienen la solución. Para ello puedes utilizar medidores portátiles que te pueden guiar a obtener el dato y así no perjudicar al cultivo y a la eficiencia de los nutrientes de los fertilizantes.
Fertilizantes solidos cristalinos simples y complejos
Estos suelen ser sales puras cristalinas de alta solubilidad. Su principal inconveniente de uso es la necesidad de una solubilización previa en agua, que debe ser total para asegurar que la concentración sea la requerida. Los denominados simples son sales binarias que aportan 1 o 2 elementos nutritivos, por su parte los complejos aportan 2 elementos.
Fertilizantes líquidos
Estos productos también pueden ser simples (ej. Ácidos nítrico y fosfórico), binarios, NPK ácidos, y NPK neutros. Estos fertilizantes pueden adquirirse en el mercado como trajes a la medida para el cultivo, teniendo un equilibrio adecuado; o en su caso, pueden ser preparados a partir de fertilizantes sólidos solubles con equilibrios definidos.
Consideraciones importantes
En la preparación de soluciones de nutrientes es imprescindible contar con análisis químico del agua, donde se determinan sus posibles aportes de nutrientes, presencia de bicarbonatos, toxicidades, etc. Teniendo como base esta herramienta, lo siguiente es calcular adecuadamente las cantidades de cada uno de los distintos fertilizantes, siguiendo las demandas propias del cultivo. Asimismo, deben revisarse las posibles incompatibilidades entre los fertilizantes y con los elementos presentes en el agua de riego.