EL RIEGO EN LA PRODUCCIÓN DE CEBOLLA

El origen del cultivo de la cebolla se encuentra en Asia central. Durante la edad media se cultivó también en los países del mediterraneo, donde se seleccionaron las variedades de bulbo grande, las cuales dieron origen a las variedades modernas.

El cultivo de la cebolla en México es uno de los más importantes. Se trata de un cultivo en el que se consigue un elevado rendimiento producto gracias, entre otros factores, a la tecnología de producción utilizada, lo que ha favorecida que, tanto la superficie como la producción, mantengan una tendencia positiva a lo largo de los últimos años. Al mismo tiempo, también cabe destacar el crecimiento experimentado en lo que a exportación se refiere, lo cual está totalmente relacionado con la elevada calidad del producto que se ofertan. En los cultivos de mayor crecimiento en México, se destaca la cebolla, ya que su crecimiento en cuanto a exportación es gracias a la calidad, tamaño y tecnología producción.

México es un país en el que se utiliza gran cantidad de cebolla para la elaboración de sus platos, por lo que el consumo anual de cebolla per cápita es de prácticamente 10 kg.

Requerimientos edafoclimáticos

La cebolla no es un cultivo con grandes requerimientos edafoclimáticos. Sin embargo, si las condiciones de cultivo son cercanas a las óptimas, el rendimiento es mayor. En la tabla 1 se exponen las condiciones óptimas para el cultivo de la cebolla.

Altitud (msnm)

0 – 2800

Precipitaciones (mm)

350 – 600

Temperatura (°C)

15 – 22

Edafología

Suelos de textura ligera-mediana

Profundidad de 35 – 50 cm

pH del suelo

6.0 – 7.5

Tabla 1. Requerimientos edafoclimáticos

Importancia del riego en la producción

El adecuado manejo del agua de riego tiene gran relevancia en la horticultura nacional, determinando la producción y calidad que define el retorno por ventas al productor. En relación con el riego, se debe considerar, al menos, la disponibilidad de agua, la especie y variedad, la densidad de plantación, la calidad química y biológica del agua, los períodos fenológicos críticos de la especie y el instrumental que ayude a la programación y control del riego.

Imagen 1. Sistemas de riego en producción de cebolla a) Riego por goteo, b) riego por surcos

En cuanto al riego, la mayor parte del cultivo de cebolla en México se desarrolla en condiciones de regadío, concretamente el 97.4% de la superficie sembrada. El hecho de no depender de la climatología para que el cultivo cuente con recursos hídricos, favorece la generación de volúmenes similares de producción a lo largo de todos los meses del año.

Una adecuada determinación de la disponibilidad de agua, determinará en gran parte el éxito de la producción de cebollas. Como en todas las hortalizas, la escasez de agua de riego afectará fuertemente al rendimiento y la calidad del cultivo.

Demanda de agua en el cultivo de la cebolla

Básicamente, la cantidad de agua que necesita un cultivo de cebollas dependerá de la capacidad del suelo para retenerla, la cantidad de precipitación y de la tasa de evapotranspiración del huerto. En cuanto a la capacidad de retención del suelo, para evaluar la cantidad de agua aprovechable para las plantas, interesa conocer la fracción de agua que está entre capacidad de campo (CC) y punto de marchitez permanente (PMP).

Una vez aplicado cierto criterio de riego, en terreno es conveniente apoyar la programación del riego con algún método o instrumental para decidir la aplicación, duración y frecuencia de riego. Las necesidades netas (NN) de riego estimadas para la zona central fluctúan, en general, entre 2.500 y 5.500 m3 /ha, dependiendo de la zona, la variedad y la pluviometría del año de cultivo.

A partir de las necesidades netas de un cultivo, es posible determinar las necesidades brutas de riego, al considerar la eficiencia del sistema de riego (NB = NN /Eficiencia de riego). Por ejemplo, considerando una necesidad neta de 5.000 m3 / Manual de producción de cebolla ha, si se riega por goteo (eficiencia del 90%) se requerirán 5.555 m3 /ha de agua de riego. En la misma zona de cultivo y variedad, regando por surcos, se requerirán 11.111 m3 /ha (eficiencia del 45%).

Imagen 2. Daño causado por deficiencia hídrica por un riego desuniforme. 

Está demostrado que la tecnificación del riego mejora la eficiencia del uso del agua en forma considerable. Tradicionalmente, la cebolla se ha regado por surcos, con una eficiencia de riego estimada en 45%. Sin embargo, evaluaciones de campo indican que este nivel de eficiencia difícilmente se alcanza en riego por surcos y que en la práctica este valor fluctúa entre 25% y 35%.

Tecnificación del riego en el cultivo de la cebolla

Para mejorar la eficiencia de riego en surcos, el principal cuidado será el control del tiempo de aplicación de agua de riego, asegurando que el agua llegue a la profundidad de raíces de las cebollas (no superior a 30 centímetros) a lo largo de todo el surco de riego. En la práctica, un riego por surcos eficiente debe diseñarse antes de la siembra o trasplante, de manera de ajustarse al largo de surcos recomendado, lo que depende de la velocidad de infiltración de agua en el suelo, lo que se relaciona estrechamente con la textura de suelo. En general, en cebollas se recomienda el uso de surcos cortos (30 a 40 metros) en suelos arenosos y surcos relativamente largos (60 a 80 metros) en suelos arcillosos.

Períodos fenológicos críticos de riego

El cultivo de la cebolla es muy sensible tanto al exceso como al déficit de riego. Sin embargo, pueden definirse algunos períodos críticos, en que la falta de agua determinará fuertes pérdidas en el rendimiento comercial del cultivo.

Trasplante: debe mantenerse el suelo cercano a capacidad de campo (5 a 10 cb de tensión) en los primeros 10 cm de profundidad de suelo. Para ello se recomienda regar durante el trasplante o inmediatamente realizado este.

Imagen 3. Trasplante de cebolla 

Formación de bulbo: se recomienda reponer el agua en el suelo a capacidad de campo, sin permitir que el suelo se seque demasiado (máximo 15 a 20 cb de tensión), en los primeros 20 cm de profundidad. En términos generales, se recomienda regar frecuentemente (cada 6 a 8 días en surcos, diariamente en goteo) durante toda la etapa de formación de bulbo.

Imagen 4. Etapa de formación de bulbo 

Cercano a cosecha, con inicio de hojas senescentes: se recomienda suspender el riego apenas iniciado el desecamiento de las hojas, evitando pudriciones de la cebolla para cosecha.

Imagen 5. Etapa cercana a cosecha. Suspender el riego.

Monitoreo y control del riego

La programación del riego generalmente se basa en la medición directa o en cálculos de balance de agua en el suelo. Existe una amplia disponibilidad de instrumentos y equipos que permiten controlar el contenido de agua en el suelo. Es conveniente recordar que el suelo es heterogéneo y se requerirá de un buen número de sensores para representar en forma adecuada el contenido de agua en el suelo.

Se debe comprobar que el agua, en la labor del riego, ha sido capaz de infiltrar adecuadamente en el perfil de suelo, en toda la extensión del surco y a la profundidad en que crecen las raíces.

Cabe destacar que todos los sensores de agua en el suelo deben instalarse en la zona del bulbo húmedo, cercano al lateral o cinta de riego.

En Proain Tecnología Agrícola podrás adquirir los equipos que te ayudarán a realizar tu programación de tus riego, y así obtener mayores cosechas y de mayor calidad. Tenemos una gran variedad de equipos que se adaptan a tus necesidades.

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Bibliografía
InfoAgro. (2018). Cultivo de cebolla en Mexico (Allium cepa): Produccion, distribucion y comercializacion. InfoAgro, 6-10.
M., C. B. (2017). Manual de Producción de Cebolla. Santiago, Chile .
Revista TecnoAgro. (2017). La producción de cebolla en Mexico. TecnoAgro.

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