El manejo que se de en el semillero a los cultivos influirá en su posterior desarrollo, capacidad productiva y estado sanitario. Aceptamos que no es lo mismo partir de una planta sana y vigorosa a hacerlo de otra débil, enferma o con problemas de plagas. Un porcentaje elevado del éxito de un cultivo radica en la calidad de la planta de partida. Al hablar de calidad de la planta, hay que distinguir entre:
- La calidad que se ve a simple vista.
- La calidad que no se ve.
- La calidad sanitaria.
La luz es uno de los estímulos ambientales que mayor efecto tiene sobre las plantas. No sólo representa una fuente de energía para su crecimiento, sino también una de las principales fuentes de información. A los fenómenos por medio de los cuales las plantas cesan y responden a la información provista por el ambiente lumínico se los denomina colectivamente FOTOMORFOGÉNESIS, que literalmente significa influencia de la luz (foto) en el desarrollo (génesis) de la forma (morfo). Los aspectos del ambiente luminoso que pueden proveer información son: la irradiancia (cantidad de luz por unidad de tiempo y superficie), la composición espectral (cantidad de luz en cada zona del espectro), el fotoperíodo (duración diaria del período lumínico) y la dirección de incidencia.
Los cambios en los parámetros del ambiente luminoso constituyen señales que permiten a las plantas detectar (muchas veces en forma anticipada) situaciones ecológicas tan variadas como la proximidad a la superficie del suelo durante el proceso de emergencia, la proximidad de plantas vecinas que representan un riesgo de sombreado futuro, y la llegada de la estación climática más favorable para el crecimiento.
Imagen 1. Proceso de emergencia de las plántulas
Durante el proceso de emergencia del sustrato las plántulas sufren cambios dramáticos en el ambiente al que están expuestas y, por lo tanto, no resulta sorprendente que el patrón de desarrollo cambie radicalmente en ese momento. En general, el crecimiento de las plántulas debajo de la superficie del sustrato se caracteriza por una pronunciada tasa de alargamiento de los tallos y un escaso desarrollo de los cotiledones y de la maquinaria fotosintética en general.
Este patrón de desarrollo parece favorecer el rápido crecimiento de las plantas a través de la tierra, permitiendo que éstas alcancen la superficie terrestre antes que se agoten las reservas disponibles en los cotiledones. Al aproximarse las plántulas a la superficie se inhibe el alargamiento del tallo y se promueve la expansión de los cotiledones y el desarrollo de toda la maquinaria necesaria para el proceso fotosintético.
Clasificación de la radiación solar
La radiación solar o luz natural es un conjunto de ondas electromagnéticas cuya longitud de onda (i.d.o.) varía principalmente entre 230 y 4000 mµ o nm. En este conjunto se diferencian tres paquetes radiactivos.
Imagen 2. Longitudes de onda de la radiación solar
Radiación ultravioleta (UV): comprende aquellas radiaciones cuya i.d.o. oscila entre 230 y 380 mµ, posee una escasa acción térmica y fotosintética. La fracción de menor i.d.o. (menor de 320 mµ o nm) se le conoce como UV-B, mientras que en la fracción radiativa comprendida entre 320 y 385 mµ se le conoce como UV-A. A veces dentro del UV-B se incluye el llamado UV-C (entre 100 y 280 mµ) de gran poder germicida. En alturas más elevadas es mayor la proporción de UV-B, lo que induce un menor crecimiento de los entrenudos de las plantas.
Radiación visible: comprende el paquete radiativo con una i.d.o. entre 380 y 730 mµ. juega un papel primordial en la fotosíntesis, que presenta dos máximos, uno en la zona del azul (entre 400 y 500 mµ) y otro más elevado en la zona del rojo (entre 600 y 700 mµ. Resulta de suma importancia la utilización en horticultura, de cubiertas de invernaderos, túneles, etc., que transmitan lo más fielmente posible el espectro de este paquete radiactivo, al que se le califica de PAR (radiación activa sobre la fotosíntesis). La incidencia de una débil luminosidad visible, es la responsable directa de determinadas anomalías en plantas hortícolas, como el ahilado de plantas (muy frecuente en semilleros); coloración irregular y jaspeados (blotchy ripening) en frutos de tomate; menor contenido en materia seca, en azúcares y menor firmeza en frutos de tomate.
Radiación infrarroja: que abarca el paquete radiativo con una i.d.o. comprendida entre 730 y 4000 mµ. Esta es una radiación principalmente térmica, responsable del aporte de calor a las plantas, procedente de la radiación solar.
Iluminación en semillero
La iluminación también es muy importante. En el periodo de crecimiento vegetativo, que es el periodo de semillero, la iluminación juega un papel muy importante al influir sobre la fotosíntesis. Un exceso de iluminación (superior a 900 w/m2), además de ir acompañada por una alta temperatura, disminuye la fotosíntesis, además de la transpiración, provocando plantas mal proporcionadas, débiles. Por lo tanto, un adecuado sombreo es fundamental en verano.
Imagen 3. Esquema del proceso de la fotosíntesis, el papel de la iluminación
Etiolación de plántulas
En semilleros que cultivan especies fuera de la época normal, los valores oscilarán entre 200 y 700 w/m2. Una iluminación escasa origina como consecuencia la etiolación, que consiste en el alargamiento de la plántula a costa de perder resistencia en sus tejidos estructurales (entrenudos más largos, menor grosor, mayor fragilidad, etc.). Igualmente, las altas densidades de planta, bien por alvéolos pequeños o por albergar 2 plantas por alvéolo, provocan etiolación al competir por la luz.
Acciones que realiza la planta por falta de iluminación:
- Alargar los tallos para aumentar las probabilidades de encontrar la luz que necesitan para crecer. Los tallos aumentan su longitud debido a que los entrenudos se hacen más largos.
- Debido a que están gastando su energía en aumentar la longitud del tallo, desarrollan muy pocas hojas. Claro está, la luz roja también motoriza la fotosíntesis (en conjunto con la luz azul), y si no hay la suficiente luz roja entonces ¿para qué gastar tanta energía en hacer varias hojas si no hay luz para fotosintetizar?
- Bajo condiciones de etiolación las pocas hojas formadas no están expandidas.
- El color amarillento es debido también a la falta de luz. Recordemos que el color verde de las hojas y tallos fotosintéticos es debido a un pigmento llamado clorofila, que también absorbe en longitudes de onda del rojo. En la sombra u oscuridad que perciben las plantas, no se forma la clorofila y, por ende, las plántulas se tornan pálidas.
- Tienen un bajo contenido de lignina, por lo que los tallos son delgados, débiles y quebradizos.
Imagen 4. Plantas de frijol etiolada y planta de frijol normal
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Bibliografía
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