LA RADIACIÓN SOLAR EN CULTIVOS BAJO INVERNADEROS

La radiación solar es la fuente de energía para el crecimiento y desarrollo de las plantas y el principal insumo de la bioproductividad vegetal. La parte de la radiación solar que es útil para la fotosíntesis de las plantas, es designada como “radiación fotosintéticamente activa” o luz PAR.

La radiación incidente condiciona las características agroclimáticas de cada zona. Este factor ha propiciado el desplazamiento parcial de las zonas productivas hacia latitudes cuya integral de radiación permite la utilización de estructuras de protección sencillas que incorporan cubiertas de plástico. Entre los principales determinantes de la producción están: la cantidad de energía luminosa interceptada por el cultivo y la eficiencia de la conversión de la luz interceptada en la materia seca. El primero depende de la radiación incidente sobre el dosel vegetal y de la distribución y disposición angular de las hojas o estructura del dosel y el segundo está relacionado con el valor que adoptan los parámetros climáticos (intensidad de radiación, temperatura, déficit de presión de vapor, concentración de CO2 en la atmosfera del invernadero) y con el estado hídrico y nutricional del cultivo.

Ilustración 1. La radiación que reciben los cultivos bajo invernadero depende en su mayoría del tipo de cubierta.

¿Qué es la luz?

La luz son ondas electromagnéticas. La longitud de onda se mide en nanómetros (nm). La luz son fotones, que son un quantum, o unidad individual. Ya que los fotones poseen pequeñas cantidades de energía. Los fotones se miden en unidades de moles (mol). Los fotones tienen distintas cantidades de energía, determinadas por sus longitudes de onda. La calidad de la luz es el número relativo de partículas a cada longitud de onda. La calidad de la luz se refiere a la distribución espectral de la luz, o el número relativo de fotones de cada porción del espectro luminoso (visible e invisible) emitido de una fuente de luz.

Luz PAR

Una de las informaciones requeridas a menudo para estudiar el balance energético o el crecimiento de un cultivo particular es la radiación solar. Si bien puede disponerse en general del dato de irradiación global (medida o estimada), no es frecuentemente contar con valores de radiación fotosintéticamente activa.

Ilustración 2. La radiación fotosintéticamente activa se encuentra entre los 400 a 700nm

El PAR puede subdividirse a su vez en las siguientes bandas: 400 a 510 nm (fuente de absorción de luz por la clorofila, con alto efecto morfogenético), de 510 a 610 nm (débil absorción de luz por la clorofila, sin efectos morfogenéticos) y de 610 a 700 nm (fuerte absorción de luz por la clorofila, grandes efectos morfogenéticos y ontogenéticos).

Como la absorción del PAR está regulada por los pigmentos del cloroplasto, los niveles máximos del espectro de absorción coinciden con los máximos de absorción de la clorofila y los carotenoides: clorofila y algunos pigmentos son receptores de la radiación para la fotosíntesis, mientras que los fitocromos regulan los procesos inducidos por la luz como la germinación, floración, caída de las hojas etc.

Los valores del PAR son importantes como parámetro de entrada de energía en diversos procesos biológicos y su evaluación temporal tiene particular interés en el seguimiento del crecimiento de cultivos. Debido a que las plantas realizan fotosíntesis y que el PAR es su fuente de energía, conocer la distribución espacial y temporal del mismo es fundamental para el análisis de los procesos biológicos asociados

Iluminación artificial en el invernadero.

Las bajas intensidades luminosas y los cortos fotoperiodos, propios del periodo otoñal, pueden determinar en diferentes especies cultivadas en invernadero bajas tasas de crecimiento y en los casos más graves se puede llegar a fenómenos fisiopatológicos como el aborto de y abscisión de las yemas florales, escasa coagulación de los frutos, modesta pigmentación de las flores; de ahí la necesidad de integrar la radiación solar natural con la iluminación artificial.

Ilustración 3. Para instalaciones de iluminación para la asimilación fotosintética, se emplean instalaciones a base de lámparas de sodio de alta presión. En caso de destinarse la instalación al manejo del fotoperiodo, se utilizan lámparas incandescentes.

Las características ópticas de los materiales de recubrimiento influencian de manera importante el balance luminoso de los invernaderos, reduciendo la cantidad total de irradiación solar que penetra en el invernadero.

En Proain Tecnología Agrícola compartimos que el conocimiento del rango de los parámetros climáticos, propicia un adecuado crecimiento y desarrollo de las especies hortícolas, así como de los diferentes métodos de control del clima del invernadero es fundamental para para elegir la estrategia de actuación. Es por ello que te ofrecemos los mejores equipos de monitoreo. Tenemos la mejor opción que cubra tus necesidades.

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Bibliografía 
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