¿Qué es el estrés hídrico y cómo afecta a los cultivos?

En este post decidimos abordar un tema crucial para todos los agricultores y productores: el estrés hídrico en los cultivos. Explicaremos qué es, sus afectaciones y cómo la tecnología puede servir para superar los desafíos que presenta, mediante estrategias como un uso más eficiente del agua y la implementación de prácticas oportunas a las necesidades de las plantas para así conseguir cosechas de mejor calidad.

¿Qué es el Estrés Hídrico?

El estrés hídrico es un término que escuchamos con frecuencia en el mundo de la agricultura, ¿pero qué significa exactamente?


En términos simples, el estrés hídrico se refiere a la falta de agua necesaria para el crecimiento y desarrollo óptimo de los cultivos. Esto puede deberse a la escasez de lluvias, un suministro inadecuado o a una mala gestión de los recursos hídricos. 


Cuando los cultivos no reciben la cantidad necesaria de agua, comienzan a experimentar una serie de problemas que afectan su salud y rendimiento.


Otra forma de explicarlo es decir que el estrés hídrico se presenta cuando las plantas no tienen acceso a la cantidad adecuada de agua para satisfacer sus necesidades fisiológicas, por lo que tienen una serie de afectaciones como:

  • Reducción de la fotosíntesis: El agua es esencial para este proceso, en el cual las plantas convierten la luz solar en energía para el crecimiento. Cuando las plantas experimentan estrés hídrico, la tasa de fotosíntesis disminuye, lo que reduce la cantidad de carbohidratos y energía disponibles para el crecimiento y desarrollo.
  • Cierre de los estomas: Para minimizar la pérdida de agua por transpiración, las plantas regulan la apertura de los estomas, pequeñas aberturas en las hojas. Sin embargo, esto también limita la entrada de dióxido de carbono necesario para la fotosíntesis.
  • Reducción en el crecimiento y desarrollo: La falta de agua afecta negativamente la elongación de las células y, por lo tanto, el crecimiento de la planta. Esto puede resultar en la disminución de la altura de la planta, la producción de hojas más pequeñas y la inhibición del desarrollo de flores y frutos.
  • Desarrollo de estrategias de supervivencia: En respuesta al estrés hídrico, las plantas pueden llegar a acumular compuestos protectores, como el ácido abscísico, y la síntesis de compuestos osmoprotectores para mantener la turgencia celular y sobrevivir.
  • Disminución en la absorción de nutrientes: La disponibilidad de agua en el suelo afecta la capacidad de las plantas para absorber nutrientes de la tierra, lo que lleva a deficiencias nutricionales y debilita aún más la salud de la planta.

Te invitamos a leer en nuestro blog: La humedad del suelo y como monitorearla

Impacto del estrés hídrico en los cultivos

Dado lo anterior, esta problemática tiene un impacto significativo en los cultivos y, derivado de lo anterior, puede manifestarse de varias maneras:

  • Disminución del crecimiento: La falta de agua restringe el crecimiento de los vegetales, lo que resulta en plantas más pequeñas y menos productivas.
  • Reducción de la producción: Los cultivos sometidos a estrés hídrico producen menos frutos y granos, lo que reduce la cantidad de alimentos disponibles para la cosecha.
  • Vulnerabilidad a enfermedades y plagas: Las plantas debilitadas por la falta de agua son más propensas a enfermedades y plagas, lo que puede requerir el uso de pesticidas y fungicidas adicionales.
  • Menor calidad del producto: Los cultivos afectados por el estrés hídrico a menudo tienen una calidad inferior, lo que puede afectar su valor en el mercado.
  • Menos tolerancia a condiciones extremas: Las plantas estresadas por la falta de agua son menos capaces de resistir condiciones climáticas extremas, como sequías prolongadas o temperaturas extremadamente altas.
  • Rendimiento inestable: El estrés hídrico puede causar fluctuaciones en el rendimiento de los cultivos de un año a otro, lo que dificulta la planificación y la toma de decisiones a largo plazo.

Estrategias que pueden ayudar a superar el estrés hídrico

La buena noticia es que la tecnología ha avanzado significativamente en la última década y ofrece soluciones innovadoras para ayudar a los agricultores a gestionar y mitigar el estrés hídrico en sus cultivos. A continuación, revisaremos algunas formas en que estas herramientas pueden marcar la diferencia:

Monitoreo de la humedad del suelo

Esta práctica es esencial para comprender las necesidades de riego de tus cultivos. La tecnología ha avanzado en este sentido, con medidores de humedad del suelo que pueden proporcionar datos en tiempo real sobre el estado del suelo en diferentes áreas del terreno, lo que permite tomar decisiones informadas sobre el riego.


Te invitamos a conocer el medidor de humedad de suelo TDR 350

Planificación del riego

Con la información obtenida en el monitoreo de humedad será más sencillo establecer un plan de riego basado en las necesidades específicas de los cultivos. Con esto, además de evitar el riego excesivo, es posible asegurarse de que las plantas reciban suficiente agua para evitar el estrés.

Sistemas de recogida y almacenamiento de agua de lluvia

Capturar y almacenar agua de lluvia es una estrategia efectiva para combatir el estrés hídrico. Los sistemas de recolección y almacenamiento permiten a los agricultores utilizar el agua de lluvia en momentos de sequía, reduciendo la dependencia de fuentes de agua externas.

Sistemas de riego por goteo

Los sistemas de riego por goteo suministran agua directamente a la base de las plantas, lo que minimiza la pérdida de agua por evaporación. Esta tecnología es altamente eficiente y permite optimizar el aprovechamiento de los recursos hídricos disponibles.

Cultivos resistentes al estrés hídrico

La ingeniería genética ha permitido el desarrollo de cultivos más resistentes al estrés hídrico. Estas variedades de plantas pueden sobrevivir con cantidades reducidas de agua, lo que las hace ideales para regiones propensas a la sequía. Se recomienda considerar la posibilidad de plantar variedades de cultivos resistentes en zonas que así lo requieran.


En todas estas acciones, la formación y capacitación del equipo de trabajo es de gran importancia para lograr una concientización en la optimización de los recursos hídricos y su uso sostenible, así como el uso de las herramientas necesarias para lograr una gestión de agua eficiente, alineada con en la conservación del recurso.


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Conclusión

El estrés hídrico tiene un impacto significativo en la productividad agrícola, ya que puede dar como resultado cosechas más pequeñas, una calidad inferior de los productos, un mayor riesgo de enfermedades y plagas, y un aumento en los costos de producción debido a la necesidad de riego adicional o tratamientos químicos. 


Con el cambio climático, el estrés hídrico es un desafío crítico para los agricultores y productores en todo el mundo. Sin embargo, la tecnología ha avanzado significativamente en la última década, brindando soluciones innovadoras para ayudar a los agricultores a gestionar y mitigar este problema. 


Para mantener tus cultivos saludables y maximizar tu productividad, te animamos a explorar las soluciones tecnológicas disponibles y considerar cómo pueden adaptarse a tus necesidades específicas. En Proain podemos asesorarte para identificar los equipos más adecuados para monitorear la humedad del suelo.