TEXTURA  DEL SUELO, ELEMENTO IMPORTANTE EN LA HUMEDAD DEL SUELO

Hoy en día la papa constituye un alimento fundamental en la dieta del hombre, además se emplea como planta forrajera e industrial suministradora de alimento para el ganado y de materia prima para la industria del almidón y del alcohol.

En la producción comercial de papa, tanto la elección como la preparación del suelo a cultivar afectan la producción y la calidad de los tubérculos. Por otro lado, estos factores agronómicos tienen gran importancia en los costos de producción del cultivo. Por ejemplo, los rendimientos y calidad potencial de los tubérculos serán menor en aquellos suelos con problemas de drenaje, compactación, baja disponibilidad de nutrientes, ácidos y/o con altos niveles de aluminio (suelos ñadis). Por lo tanto, cualquier incremento en rendimiento de la producción implica el mejoramiento de las condiciones físico-químicas del suelo, a través de la agronomía del cultivo, incrementando los costos de producción. Por el contrario, suelos con buenas condiciones físico-químicas permitirá alcanzar altos rendimientos a un menor costo de producción. Por lo tanto, la elección del suelo juega un rol muy importante en la rentabilidad del cultivo.

El suelo

Fundamentalmente, son dos los factores que determinan la retención de humedad de los suelos:

  • el espacio poroso
  • la textura

El espacio poroso determina la cantidad de agua que el suelo puede retener y la distribución del espacio poroso, la cantidad de agua a diferentes tensiones. Por otra parte, la textura determina la agregación del suelo y el tamaño de los poros. Debe indicarse que en este factor interviene además la materia orgánica, Ca, Na, etc.

El suelo determina la capacidad de almacenamiento de agua para la planta. La cantidad que el suelo puede entregar está relacionada con las propiedades físicas del mismo como profundidad, textura, porosidad, permeabilidad, etc.

Imagen 1. Fases del suelo: sólida, líquida y gaseosa

El suelo puede ser considerado como un estanque en el que se distinguen tres fases: una sólida, compuesta por las partículas del suelo, otra líquida o solución del suelo, que junto con la fase gaseosa ocupan el espacio poroso. La organización de las partículas del suelo determina la matriz del suelo y en los espacios entre ellas es donde queda retenida el agua para ser utilizada por las plantas.

Suelos arenosos se caracterizan por retener poca cantidad de agua, además, la tensión a que la retiene es muy baja; por otra parte, los suelos arcillosos retienen cantidades altas y mejor distribuidas en relación a la tensión. Esta situación se debe a que el suelo arenoso tiene un espacio poroso de mayor tamaño que el arcilloso. El suelo franco por su parte está en una situación intermedia.

Imagen 2. Representación cama de siembra del cultivo de papa

Requerimientos edáficos y agua de la papa

La papa es una planta poco exigente a las condiciones edáficas, sólo le afectan los terrenos compactados y pedregosos, ya que los órganos subterráneos no pueden desarrollarse libremente al encontrar un obstáculo mecánico en el suelo.

La humedad del suelo debe ser suficiente; aunque resiste la aridez, en los terrenos secos las ramificaciones del rizoma se alargan demasiado, el número de tubérculos aumenta, pero su tamaño se reduce considerablemente.

Los terrenos con excesiva humedad, afectan a los tubérculos ya que se hacen demasiado acuosos, poco ricos en fécula y poco sabrosos y conservables.
Prefiere los suelos ligeros o semi ligeros, silíceo-arcillosos, ricos en humus y con un subsuelo profundo.
Soporta el pH ácido entre 5.5-6, ésta circunstancia se suele dar más en los terrenos arenosos.
Es considerada como una planta tolerante a la salinidad.
Imagen 3. Compactación impide desarrollo radicular

Los suelos húmedos o susceptibles de permanecer encharcados durante el ciclo del cultivo son los más generalmente colonizados por los elateridos (coleópteros polífagos) y son también propicios a la contaminación de los tubérculos por muchos agentes patógenos y particularmente por las bacterias de los gérmenes, Erwinia y Pseudomonas. Además, está comprobado que los suelos ligeros son generalmente favorables a las fusariosis.

Imagen 4. Tubérculo infestado por Erwinia caratovora

Algunos suelos a causa de sus características biológicas y fisicoquímicas presentan grados de receptividad más o menos importantes en algunos parásitos. Este es el caso de los suelos de pH bajo, resistentes a Fusarium solani, e incluso los suelos pardos pesados con arseniuro de cobalto y níquel resistentes a Pseudomonas solanacearum.

Desde el momento de la plantación, el estado hídrico del suelo tiene influencia sobre la evolución del cultivo. Al principio, es sobre todo el exceso de agua lo que resulta nefasto. La asfixia temporal del suelo reduce fuertemente la formación de raíces y desarrolla lenticelosis (verrugas en la epidermis de la papa) que con frecuencia acarrean podredumbres de origen bacteriano de los tubérculos de simiente.

Las aportaciones de agua deben ser muy moderadas antes de la tuberización porque un ligero déficit podría incluso favorecer una mejor explotación del suelo por las raíces.

Imagen 5. Lenticelosis causada por exceso de humedad

A la inicialización de los tubérculos, pueden ser realizados riegos ligeros pero frecuentes para mantener la humedad de los caballones.
Durante toda la fase de engrosamiento, el riego es necesario desde el momento en que la reserva de agua fácilmente utilizable del suelo (RFU) se agote, ocasionando una evapotranspiración real (ETR) de las plantas inferior a la evapotranspiración máxima (ETM) que supone la satisfacción completa de las necesidades de agua de cultivo.

En general, la RFU se considera igual al 50% de la reserva útil (RU) del suelo, que depende de su naturaleza. Para una profundidad media de enraizamiento de 50 cm, la RFU varía de unos 25 mm en el suelo arenoso hasta 55 mm en un suelo arcilloso-limoso.

Manual: Uso del Tensiómetro Para Monitorear la humedad del Suelo

Reserva útil (en mm) por centímetro explorada por las raíces según clases de suelos


Clase de suelos

Reserva útil (mm)

Por cm de profundidad

Arena con 10% de arcilla

1.0

Limo arenoso

1.2

Limo arcilloso

1.5

Limo batiente

1.8

Arcilloso limoso

2.2

 

 Valores densimétricos indicativos para iniciar el riego en papa, en centibares (cb)

Clase de suelos

Profundidad de medición (cm)

Valor tensiómetro (cb)

Ligero o arenoso

20

> 60

 

40

20 – 30

Limo arcilloso (15 – 20 % de arcilla)

30

50 – 60

 

60

30 – 40

Arcilloso (30 % de arcilla)

Utilización delicada, incluso imposible.


En Proain Tecnología Agrícola contamos con herramienta para el monitoreo de la humedad del suelo, sin importar la textura de su terreno.

MEDIDORES DE HUMEDAD DEL SUELO

Bibliografía
Infoagro. (s.f.). Infoagro.com. Obtenido de http://www.infoagro.com/hortalizas/patata.htm
Jorge García, H. P. (Julio de 1980). El riego en el cultivo de papa. Región de La Araucanía, Chile .
P. Rousselle, Y. R. (1999). La patata. Madrid, Barcelona, México : Mundi-Prensa.
Patricio A. Sandaña, I. A. (29 de 12 de 2015). INIA Chile . Obtenido de http://manualinia.papachile.cl/?page=consumo&ctn=59

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